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El querido actor Roberto Moll, conocido por su papel en Pituca sin Lucas, enfrenta una insólita contradicción: mientras su personaje es panadero, su médico le ha prohibido consumir carbohidratos. ¿Cómo lidia con este reto en su vida y en su trabajo?
El mundo de la actuación a veces trae desafíos inesperados, y Roberto Moll lo sabe bien. En su más reciente papel en Pituca sin Lucas, interpreta a un panadero, rol que le exige estar rodeado de panes y masas. Sin embargo, en la vida real, el médico de Moll le ha impuesto una dieta sin carbohidratos debido a su salud, lo que crea una irónica distancia entre su personaje y su realidad.
Moll confesó la situación con humor, pero admitió que es un desafío enfrentarse a escenas donde su personaje disfruta de productos que él mismo no puede consumir. La contradicción no solo le causa gracia, sino que también ha generado una ola de simpatía entre sus seguidores, quienes han compartido anécdotas similares de su vida diaria en redes sociales.
La peculiar situación de Roberto Moll ha resonado en redes sociales, donde muchos lo aplauden por llevar la situación con humor y dedicación a su oficio. Su historia ha abierto un debate sobre los sacrificios y las ironías que enfrentan los actores al encarnar personajes muy alejados de su propia realidad. ¿Es la actuación una carrera de sacrificios constantes o simples coincidencias de la vida?
Para Roberto Moll, la prohibición de carbohidratos ha añadido un curioso matiz a su personaje de panadero. Su historia nos recuerda que detrás de cada personaje hay una persona con sus propias restricciones y desafíos. ¿Podrá seguir resistiendo la tentación de su personaje o su papel será demasiado tentador?
La trayectoria de Roberto Moll
Tras debutar en la tv con Carmín, Roberto Moll también destaca su participación en Hay amores que matan, ¡Anita, no te rajes!, Alguien está mintiendo, Los otros Libertadores, entre otras. En 2002, compartió roles con Astrid Carolina Herrera en la telenovela La mujer de Judas, y en 2005, actuó junto a Mario Cimarro en El cuerpo del deseo.
En el año 2010, tuvo un papel relevante en la exitosa telenovela El clon, donde interpretó al Dr. Augusto Albieri, un especialista en genética que decide crear un clon del protagonista. En 2012, Moll regresó al Perú tras sus éxitos en Venezuela para interpretar a Van Helsing en la obra de teatro Drácula de Bram Stoker.
Dos años más tarde, dio vida a Alejandro Flores, padre de Charito (interpretada por Mónica Sánchez), en Al fondo hay sitio.
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