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Lo mejor de la Farándula Peruana
Alejandra Baigorria vuelve a estar en el ojo de la tormenta tras protagonizar un incómodo momento en su despedida de soltera en Cartagena, Colombia. Un video viral la muestra enfrentando al personal de un bar, mencionando sus 4 millones de seguidores en medio de un altercado que rápidamente se descontroló. Pero, ¿fue una reacción justificada o un desplante de diva?
Durante lo que debía ser una noche de celebración, la ‘Gringa de Gamarra’ terminó enfrentando acusaciones de soberbia luego de que circulara un video donde aparece advirtiendo a los trabajadores de un bar que los grabaría por su trato discriminatorio hacia uno de sus amigos, quien llevaba puesto un vestido.
«¡Tengo 4 millones de seguidores y voy a exponer esto!», se le escucha decir en el video que desató la polémica. Para muchos, parecía que Alejandra intentaba usar su fama como pasaporte VIP, pero ella salió al frente y disparó contra quienes la critican: “Lo han querido sacar de contexto”, declaró en una entrevista con ‘Amor y Fuego’.
Según su versión, jamás buscó entrar al local usando su popularidad, sino que reaccionó ante un evidente acto de discriminación. “Nos miraron de pies a cabeza y se rieron. Eso fue una falta de respeto y por eso decidí grabarlos”, explicó. La exchica reality incluso mostró un video donde su amiga Flor Ortola increpa al personal del bar mientras Baigorria insiste en denunciar públicamente lo sucedido.
Lejos de pedir disculpas, la empresaria redobló la apuesta. “La gente me está atacando, diciendo que soy una sobrada. ¡Jamás he sido así! Pero esta vez no me voy a quedar callada”, dijo, apuntando directamente a quienes la acusan de arrogante.
¿Defensora de los suyos o diva fuera de control?
Con pruebas en mano y una actitud desafiante, Baigorria se planta ante las críticas, pero el debate sigue abierto: ¿realmente fue víctima de discriminación o quiso imponer su fama para obtener un trato especial? Lo cierto es que, una vez más, Alejandra vuelve a ser protagonista de un escándalo internacional… y esta vez, el drama cruzó fronteras.
